Bienvenido!

Seguramente estás aca por alguna razón, quizás sos familiar, amigo, apareciste de la nada misma o me diste alguna monedita en el semáforo y me preguntaste cuál era mi sueño y te di esta dirección. En el último caso quiero agradecerte particularmente, primero por darme algo de plata y colaborar para continuar mi camino, y dos por interesarte en mi sueño....
En todos los casos, que lo disfruten y gracias por ayudarme a crecer....

martes, 6 de mayo de 2014

Costa uruguaya, Maldonado y Rocha

El recorrido fue desde Montevideo hasta Cabo Polonio.

Viajé con Gonzalo, un gran amigo en este tiempo, y dos amigos de él que vinieron desde Buenos Aires a pasar el fin de semana largo.
Punta del Este: personalmente no me gustó, tiene mucho "caretaje", es como Miami de Latinoamérica. Muchos edificios. Bueno, todo no es malo: tiene muy lindo puerto, la ciudad es limpia y hay variedad de pescados y mariscos. Estuvimos en el hostel B&B, para nada caro, además los dueños fueron muy amigables con nosotros.





Los dedos y el restaurante giratorio

Las patas

Los dueños de el Hostel, los porteños, Gonza y quien escribe.
La mascota del hostel
La chivitería donde olvidamos las cedas de frutilla
La Paloma: Es muy turística últimamente, aunque en temporada baja el ambiente es bastante tranquilo. 
El hostel estaba enfrente de  la terminal y tenía descuentos en varios comercios con la llave de la habitación.
La playa fue hermosa y pude bañarme mientras los chicos jugaban al fútbol. Hermoso paisaje, y la ciudad es bastante tranquila.


¿Fernet en Uruguay?


La Pedrera: Un lugar muy tranquilo, las calles son divertidas, tienen subidas y bajadas por todas partes. Fuimos en luna llena y el paisaje de noche es mágico.

Cabo Polonio: Bueno, este es el lugar en donde yo viviría años y años. Es un parque nacional y un balneario. Tiene tres islas enfrente de la costa. Cerca del faro hay una reserva de lobos marinos. Para ingresar se dejan los autos 5 km antes y se llega a la costa caminando (tres horas a pie por dunas) y si no en unos camiones de la segunda guerra mundial restaurados.
Hay pocos habitantes estables (menos de 100) y el lugar no cuenta con luz eléctrica. No existe el alumbrado público, lo que hace que en la noche sea tan particular el cielo de "el cabo".
Almorzamos al lado del mar y mientras comíamos conocimos a dos locos sueltos: "Toto" y Silvina. Dos personas muy auténticas con quienes terminamos mirando el atardecer arriba del techo de su casa.
El cabo desde arriba.
El transporte
Una postal típica que me prestaron
Con Gonza

Toto y Sil


El atardecer superlativo
¡Chau Cabo!



¡Gracias Ricardo, Alf y Gonza! Unos ídolos.


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