Bienvenido!

Seguramente estás aca por alguna razón, quizás sos familiar, amigo, apareciste de la nada misma o me diste alguna monedita en el semáforo y me preguntaste cuál era mi sueño y te di esta dirección. En el último caso quiero agradecerte particularmente, primero por darme algo de plata y colaborar para continuar mi camino, y dos por interesarte en mi sueño....
En todos los casos, que lo disfruten y gracias por ayudarme a crecer....

lunes, 23 de junio de 2014

Hasta siempre compañera.

Mira que me acompaño he! Desde que era pequeña ya jugaba con ella, sin saber como se jugaba profesionalmente, la miraba, me enojaba si la prestaban, la limpiaba, la sacaba de ese hogar oscuro que ella tenía. Después le presté más atención que a aquél otro, era menos sutil, tenía una presencia diferente, hablaba distinto idioma, era de otra familia por supuesto, tenía cabello y una estructura perfecta. 
Estuvo en mi familia por mucho tiempo, no puedo calcular la edad exacta. Varias veces se enfermó y mi papá la curó con remedios caseros. Empecé a entenderme con ella, o por lo menos a hacerla sentir armoniosa, empecé a cuidarla más, a investigar sobre ella. 
Quizás algunas veces la cambié en temporadas por alguna de dolares más, más joven y moderna. Pero siempre recaí en ella. 
Un día la saqué a recorrer el mundo conmigo, me salvó de más de un apuro y me acompaño en mil atardeceres. Ella sufrió lo suyo, pero siempre aguantó para permanecer a mi lado, podía faltarme cama pero no ella, ella nunca.
Hasta que un trágico día después de toda una vida juntas, me avisaron que no podía viajar a Europa conmigo, me deprimí, me avisaron poco tiempo antes de subir a el avión, sentí que prefería quedarme ahí al lado de ella, no le podía hacer esto. No tenía derecho a dejarla a la deriva, casi nadie sabe sus mañas, quien la iba a cuidar?
Pero pensé, ya es grande, quizás su destino sea otro. 
¿Cuando se puede obtener algo nuevo si no te dejas lo viejo? ¿Como encontrás lo que querés si no haces algún que otro sacrificio?
Mañana fría y nublada, igual que mi ánimo en ese momento, que había cambiado de éxtasis aventurero a melancolía de arrebato. Vi a un gran amigo bajando las escaleras del hostel y sin dudarlo le dije "tomá, no la puedo llevar, cuidala..." y me fuí, si lo pensaba más de una vez quizás mi avión no me esperaba.

Ahora se que está mejor, ahora yo estoy mejor, buscando a mi nueva compañera....
Ella y yo en Montevideo.

Ela y yo en un camión que nos levantó en la Ruta.

Ella, mis amigas y yo en Córdoba.

1 comentario: