Sin duda siempre quedan palabras atoradas ahí en la garganta, al final de la lengua. Las más osadas llegan hasta algunas papilas gustativas. Después se van a la mente, ahí estorban y se vuelven arrepentimiento...
Mucho tiempo después serán aprendizaje, quizás.
lunes, 17 de marzo de 2014
El ciclo de las no-palabras
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ResponderEliminarMe gusta que te guste!
EliminarTal cual lo siento....muy bueno!!!
ResponderEliminar;)
Eliminarcomo te amooooo! GROSAAAAA :D
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